\"Es más difícil matar un fantasma que una realidad\"
Virginia Woolf
A la imagen borrosa de un espectro
disparé mi revolver de ocho balas,
y el plomo y la metralla
me temo se incrustaron en la nada.
Al nebuloso espíritu
del desamor y el odio, que vagaba
por los riscos del pensamiento atroz,
le incrusté enojado un puñal de plata.
Desesperado en busca de su muerte,
al corazón la estaca,
colérico clavé con agudeza
entre voces y gritos de las ánimas.
Y a la visión fugaz de un alma errante,
con el áspero filo de mi espada,
cediendo a la piedad,
le seccioné las venas con gran saña.
Ni enterrado se borra de mi mente,
ni esgrimiendo cada una de mis armas
fenece su presencia,
me persigue en mi vida su fantasma.