Una historia
Abre la página que desees leer,
observa todos sus capítulos
algunos atrevidos, otros con angustia
que la vida ha ofrecido,
soledad y olvido, hazlo ya,
no te detengas y comprobarás
las hojas muertas sin brillo,
soy esa historia que prevalece activa
que está decidida a descender ver contigo
en la noche cuando por nuestros cuerpos
empiece a llover
las ganas peldaños a peldaños
con ilusiones que no hacen daño
y en horas tempranas olores a jazmín
nos bañe la mañana de placer,
te quiero tener... amor.
No detengas tu memoria en los puntos y aparte,
analizas los puntos seguidos como débil gruta
que pintaste en sus paredes del vientre
un abandono y descuído.
No seré la historia que no tiene final es mi esencia
de hechos que saben cuándo empezar.
Mi historia descúbrela en el centro de su estrella
solar en cada punta hallarás los anhelos despuntando
al alba con flores prendidas de colores
con subidos tonos, mi historia con olor a abandono,
acariciada por nubes de deseos que suelen rondar.
Hojea con la punta de tus dedos sus páginas en blanco,
las amarillas las deseché en aquellos tiempos que no olía
el romero, ni la azucena se vanagloriaba en la alcoba
que nos sostenía.
Al pasar cada hoja hazlo sin prisa y si puedes quédate
en el punto suspensivo de aquella noche donde
nos dimos todo sin reproches y alevosías,
instante mejor jamás habría como aquel vivido,
las páginas amarillas se pondrán, pero no olvido.
Mi historia es un libro abierto o cerrado lleno
de satisfacción que me ha llegado y he sabido mantener,
hazme subir a la revelación sublime no la que guardes
en un librero con polvo, y siénteme con esas ansias bravías
de hombre nuevo que es el que amo y quiero.
NellyCastell
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