Búscame en la primavera,
en el primer rayo de sol que saluda
a una buena mañana, en los valles,
llanuras y ríos.
¡Ay! No me olvides,
amor (casi) mío.
Atrévete a luchar contra caballeros y sus imponentes
espadas, sé que el temor es incompatible
con tu alma.
Búscame, búscame, búscame, nunca te canses
de buscarme... Búscame, a pesar de que ni
en el pasado serás capaz de hallarme.