Eran las seis de la tarde
cuando partiste, mamá.
Ayer cumplí mis setenta,
tus versos quise encontrar.
No están bajo mi almohada
ni en el candor de tus rosas.
Sobre el puente que une al cielo
ni en la cresta del olvido.
Busqué entre besos de amantes,
en olas del qué dirán.
En lágrimas de diamantes
y en la cama de un hotel.
Tampoco están en mis venas
ni en el ocaso optimista.
En la promesa risueña
Ni en la lasciva caricia.
Yo sé que dejaste versos
para que yo sea feliz.
Y no están en los te quiero
ni en la esquina a las tres.
En el domingo impaciente,
en un bello sentimiento.
En todos esos lugares
sólo a ella la encontré…
…al gran amor de mi vida
Que tanto y tanto busqué.
Y hoy también se me ha perdido
como tus versos, mamá.