José Luis Barrientos León

Anhelos

 

 

Anhelo el sosiego de mis pies en el agua

El río corriendo entre el llanto y risas de las piedras

El perfume de la flor que jamás se marchita

Los frutos del árbol que nacen y mueren

 

Mi alma está inquieta entre afanes y ruidos

Acumulados al paso de ambiciones y bienes

Atormentando las horas, día tras día

Oscureciendo las mañanas, dando paso a noches eternas

 

Anhelo la quietud del niño que sueña despierto

Que mira entre rendijas verdades y mentiras

Sin odios en sus ojos, sin soledades y espantos

Tan solo mira al cielo mientras transcurre la vida

 

Mi alma continua inquieta con los pies en la tierra

Condenada a las vivencias que castigan el silencio

Hoy, como ayer y mañana, quiero caminar sin prisa

Contemplando de nuevo el sol y la montaña

 

Quiero subir a la nube, deshojar la flor que enamora

Humedecerme en el manso río, caminar por la vereda y el campo

Devolver a la flor su aroma y al ave su tierno trino

Quiero aquietar mi alma, mientras envejezco contigo