De las cavernas recalcitrantes del resentimiento
dos hombres masticaban todas las mañanas
el pan de la desdicha y la amargura...
no dormían bien, no almorzaban bien, no vivían bien
cada página de cada momento era calcular y sentir hondo un resentimiento renovado .... fresco
eran ya viejos pasados los treinta
eran linaje de Hamhung adjuntando la quimera de la estabilidad laboral....
los dos hombres con el corazón enfermo se arrastraban por la misma ciudad
-desde diferentes puntos-
buscando encontrar un poco de paz, un poco de amor, un poco de sinceridad
en las estancias intermedias de las personas
en la manera única de cada ser humano de manifestarse en la materia densa