Raiza N. Jiménez E.

ENGAÑO.-

 

Ayer contemplando ese cielo azul yo lloraba,

no era sólo por la tristeza, era que recordaba

aquellos hermosos instantes en que mi boca,

cuando besaba la tuya, se sentía como loca.

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Hoy es poco lo que queda de aquellas noches  

pasadas, solo permanecen vivos tus reproches

y del amor que juraste, casi no recuerdo nada.

Ha de ser que el Cristo amado, de mí se apiada.

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Dueña de ti me sentía en esos dulces momentos

que, conmigo sonreías, hoy solo tengo tormentos.

Pero he de verte un día cuando todo haya pasado

 Y sé que pedirás perdón por todo lo que he llorado

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De ti nada bonito quedó, por ello, yo nada pierdo.

Y por más que busco tus miradas no las recuerdo.

A veces canto para olvidar que algo me atormenta.

Pero, el olvido es sabio y, no admite que yo mienta.

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Al mirar hacia el futuro los caminos se me extienden,

busco elevar las alas y muchos por eso se sorprenden.

Pero sé que todo pasa, que he de hallar mis caminos.

Debo alejarme de las pasiones o sentimientos dañinos.

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¡Si el amor pasa a tu  lado, no te afanes en retenerlo,

el mal amor como el vivir, son solo para aprenderlo!