Por un sendero en el monte
escalo día y noche,
ya cansado desde la medianoche
propongo dormir en el remonte.
Las estrellas en su circular errante
saludan con guiño luminoso
enviándome un, muy hermoso,
sueño entre idílico y preocupante.
Una silueta cruza el camino
no distingo semblante ensombrecido,
justo, se encuentra a mi lado
sin percatar el movimiento
Su efluvio me envuelve,
pensamientos y visiones
pues, embriagado a sus decisiones
soy presto a corresponder; se vuelve.
Acerca su cara a la mía, ahora,
nuestros labios se funden
con fruición y deseos que arden
por corresponder sin demora
Nuestros cuerpos caen al vacío
llenos de energía infinita
mientras el amor nos precipita;
siento que mi cuerpo no es mío.
Placer y convulsión, es el fin
de nuestro encuentro fortuito
y rodeados de manjares exquisitos
rompen mi sueño, al fin…