Quiero una poesía de esperanza,
de barrio alegre, de tierra honrada,
donde haya risa, mucha templanza,
también cariño y humorada.
No quiero poesía de mentira,
esa que viene, va, y no dice nada,
pues para eso, cierro mi cortina,
sordo el oído y la puerta trancada.
Hoy, el mensaje es lo que importa,
la estructura ha sido desechada,
eso sí, que se vea compromiso,
con la gente y la leche derramada,
acá no sirven los poemas enfermizos,
solo basta ser fiel a la palabra.
(Chofa)