Yo debajo
tú me das
dientes largos,
toneladas
de lo que mandan,
que estorbaba
o dios sabrá
lo que es que haya
si es demasiado...
Días pasan
sobre mi humilde cara
de volátil
y atormentado
de antaño
haber sido orangután
hijo de cabra
y de aire
en retaguardia
sobrante: ¿saldrá?
Invulnerable
de la hostia sagrada
se las trae
envueltas en tela
las ofrendas
constelado
en el alma.