Romey

El origen final está que arde... / Fé fuerte / 3 poemas a mi hermano: Ángel del Caos

El origen final está que arde...

Hay rosas rojas tiradas por la caye...

Amantes vuelven a encontrarse en la soledad...

Caen reyes a raudales, mansamente a nuestras manos.

Alguien ha rajado el velo de la verdad de un navajazo...

El cielo entero cae desplomado por pesado...

El pasado es devorado por el olvido...

Da un coletazo un pez atrapado, y rompe la red.

Comienzan a florear los campos verdes desde ayer.

Cedo momentáneamente mi voz a este silencio...

Hermitaño con cara de niño y aspecto de mago.

Sigo aquí porque todavía la amo, nada bueno?

El viento vespertino que respiro está mareado...

Madres muertas yorando lo malsano, confesándose...

Hombres protestantes conectados hacen el vago...

Navego el mar de mi yanto, lo nado, y bajo...

Sombras de nadie, algo casi me distrajo un instante.

El origen final está que arde...

La naturaleza real del placer es salvaje, no caníbal.

Me anima a levantarme la vida de mi alma escrita aquí.

Sangre amarga manchaba las esquinas de la noche...

Entre espinas vi a mi diosa asolada por la tristeza...

Ya yergue mi dragón su filosa cabeza en la fosa más negra.

Despierto con el ocaso, el sol se ha ido.

Doy otro paso sobre este descuidado camino

mientras musito mi canto musicando el abismo

infinito profundamente dentro de mí mismo.

Huye el enemigo mío, concluye mi castigo así,

lo asimilo tranquilo: voy a divertirme!

Vigilo el caos infernal con mis ojos inflamables.

El origen final está que arde...

 

 

Convencido de todo lo imposible

me sumo profundo donde no hay nada

entre bastiones del desorden inaugural de esta creación

conociendo la intrínseca emoción, el amor misterioso

que evoco con voz poética y esfuerzo gozoso.

Aislado en la soledad del todo

incorrupto me elevo con el viento y asciendo de dimensión,

voy lejos, a otro mundo mejor.

Me mezclo entre los demonios como dios

adquiriendo clara visión de los acontecimientos y ocurrencias,

actuando con mayor contundencia, masacrándolos...

El escándalo que causo yo ya se presupone.

No pienso yorar arrodiyado y rendido al dolor del vacío.

Rescato guerreros que habían caído vencidos

pero vivos

resistieron hasta ahora ver irse la sombra triste de esos días

grises y difíciles, viles y difusos como el humo que los sigue

cuando sucumben ante mí.

Violentamente vuelvo a adelantarme al tiempo agresivo

haciendo agradecimiento al cielo inmenso y colorido.

En el fuego eterno me bautizo

y soy nuevo

y vengo del infierno a por venganza,

para joder a los que fueron injustos con los ángeles

y a los intrusos darles caza, como un salvaje

amor misterioso, a imagen y semejanza

del dios que nos hace a todos.

 

 

 

Correspondencia diferencial entre dos fenómenos,

ángeles del caos profundo en un mundo retrógrado,

espíritus puros venidos del futuro armados de rayos

en voces que nunca cayan...

Se desconoce la verdad absoluta, es confusa

pero apunta al infinito, y a vivirlo con locura,

arriba está la vida nuestra, lo demuestran estas escrituras

que la Luna nos dicta, siempre intacta,

desde la más alta de las distancias.

Fuímos escogidos entre muchos, dos hijos de la noche,

los únicos que aún resisten, los mejores, luchadores

invencibles, almas nobles, salvadores de la humanidad.

Nadie hay mas ayá, están vacíos, meras cáscaras sin nada,

ni cara, ni cuerpo, son solo muertos que andan...

Moriremos mordiendo los fusiles entre las flores libres, felices subiremos al último confín sin forma cognoscible?

Si así es:

- Porfa, no nos olvidéis...

 

 

La gracia de la palabra

bendice este instante.

No hay pausa, adelante

avanza lanzada la macabra

como una cabra en el monte.

Pronto, nunca es tarde

para sublevarse contra el poder

de nuestros amargos adversarios

dándoles donde más les duele,

en el alma que no tienen.

Se compadecen, renacuajos,

ante los brujos de ojos claros

que ven el futuro, y más lejos,

justo al lado, un mundo mejor

esperándonos, a nosotros,

hermano, como campeones,

con celebraciones y alabanzas.

Héroes somos, semidioses,

no hombres mediocres,

hacedores de canciones,

nuestros versos dan fuerza

a esos corazones que tiemblan

fuera, al frío de la noche

y de la niebla sepia que acecha

en los rincones, donde escasean

risas y emociones, ahí es donde

ponemos rimas de colores felices

haciendo sonreír a los más tristes.

Finalizan así dolores terribles.

 

 

Es mudo el trote lento del tiempo.

Con diente oscuro roe por dentro al indefenso.

El fuerte se afana, acaba ese tormento

con una palabra: crecimiento,

y el silencio de la soledad abraza el momento.

Cansados de correr frenéticos descansan los guerreros.

Dueños de sus sueños realizan buenos deseos

y la suerte se vuelve a nuestro favor.

Es todo perfecto! Estemos contentos, con amor

por lo eterno, por solo un beso del cielo,

por la distancia, que no es nada cierto. La verdad

vive en nuestros versos, vuela en el viento

cuando hablamos al mundo nuestros puros sentimientos.

Estoy pensando en esta realidad traicionera,

en las cosas que nos separan, hay tantas...

más bien pocas, nunca demasiadas; nosotros

vamos siempre más ayá, pero todavía es pronto

para despertar... Perdón por el error; sea ya!

A paso raudo de río vayamos a la bataya,

ganaremos el infinito, la inmortalidad.

La piedra filosofal, íntegra la luz, la vida del alma

está en nuestras manos. Sabremos utilizarla, está claro,

salvaremos la humanidad caída a la oscuridad y al desamparo.