Ofelio

MAGÍA

Dime, ¿de qué va todo esto
de buscar dos mil pretextos
para no enamorarte?
Es que, acaso y sin acaso,
le temes al grande vaso
del amor embriagante,

de esa hermosa magia dulce
que en abundancia producen
los corazones prendados.
De aquel ensueño suave,
de las mieles que caben
en los labios mojados.

Vamos, pobre testarudo,
si no desatas el nudo
te atarás en la amargura.
Vamos, mísero infeliz,
búscate un nuevo desliz,
envuélvete en la locura.

Que lo poco que nos salva
es la magia de las almas
enamoradas
Que sin la oxitocina
la vida es una vida
desaprovechada.