Mi río fluye cuanto más despierto;
sé donde nace, desconozco el delta,
busco orientarme en su curso incierto
rumbo no impongo a mi nave esbelta
ni pongo freno a su gozoso vuelo.
Mi nave corre cual corcel sin brida,
sus cascos son los remos, o el anzuelo,
voy al galope al ritmo de la vida.
Nadie conoce el fin del recorrido,
solo sé disfrutar de cada instante
hasta abordar el fin desconocido
tratando de dejar a mi pasaje
estela de recuerdos compartidos
Que me compensen de mi largo viaje.