Alberto Escobar

El curioso impertinente; soneto a ojo.

 

No puedo resistir del ojo su apetencia.

 

 

 

 

 

 

Ven para acá Anselmo, necesito
que cortejes a mi amada Camila
para ver qué tal esta me espabila
el amor del que me siento precito.
Quiero, hermano mío, la cortejes
con todas tus artes y desparpajo
para sentir en mis carnes agasajo
de la granada que felicidad dejes,
saber si es fiel es mi único suspiro
que de bálsamo sea a mi corazón,
de mis pulmones ansiado respiro.
No sea que al fin y a la postre de ti
se enamore y me deje conpuesto
de domingo con una rosa de pitiminí.
PD. La desconfianza de Anselmo
sobre la fidelidad de Camila cobra
como desenlace cumplida recompensa.
Su amigo Lotario se la calza
y dejan la morada de costumbre
para lanzarse al abismo del adulterio.
Nota. Cuento copiado por Cervantes
y encajonado en la primera parte
de las aventuras del famoso hidalgo.