...Los labios, bajo sus ojos quietos,
he querido a ellos aferrarme,
un rostro de gotas de emoción,
sus mejillas del iris de la tarde.
Doblegado
me acerco a sus instintos
acaricio fuerte su ilusión
-ella lo sabe-
y agraciada como cárdeno delirio
como un ensueño grande
me ve desde su limpido retrato,
sus ojos vivos tras impávidos cristales.
¡Cómo romper el límite
que va de mí a su integridad
y en adrede imprevisión
besar la rosa de su margen!
Y todos son sucesos… lagunas de deseos...
ansias de lucero taciturno:
poseer le forma de su imagen.
MarcosH.07-01-2021