Busco la luz
en un mundo yo a oscuras
escuchando una risa que suena terrible;
defendiendo mi vida
con fuerzas las mínimas
contra un monstruo asesino
de mis ganas toditas
a que tire invencible del hilo
y lo descubra mentira
de mi imaginación fantasiosa
producto que he de hundir
en la rima infinito...
Soy tan solo un niño
yo perdido en desdicha;
un hombre maduro
esperando a morirse...
Se me hace tan duro
el vivir sin esperando cariño
y probar la delicia
que el universo me diese.
Solo tengo papeles
de momento hasta entonces
para que de mi cabeza
no me distraigan las voces,
tentación que me enrede
entre paredes sin verla.
Y aún hay cosas peores;
y por eso yo intrépido
construí un templo de escombros
donde siempre llega un aroma
de a flores... Yo al fondo
te adoro y no es broma,
hago del tiempo una hoja
flotando muy lejos
de absorberme
en la inopia.