Mi alma reposando, apacible, adherida al horizonte
Donde se delinean las figuras de los árboles y las aves
Un aire lozano que acaricia la geografía
Vistiéndonos de río, de manantial y montaña
Mi alma inmutable, flotando en desnudez, angelicalmente libre
Procurando tu pecho para ceñir la entrega
Procurando tus ojos para contemplar la vida
Procurando el universo para realizar los sueños
Mi alma, inundando la piel de suavidad y tersura
Para seducir el frío, y refrescar lo ardiente
Vertiendo luz sobre el mar y el cielo
Para ser el mismo que conquistó los versos
Cerraré los ojos, para escuchar las voces
Para declarar el amor que nunca confieso
Descubriendo figuras invisibles en cada rincón del mundo
La plenitud del verbo virgen que perdura en tu cuerpo
Me acosan los fantasmas en eternas vigías
Aprisionando mi cuerpo para expulsar el alma
Entre hilaridad y abandonos, que alimentan la furia
De la criatura salvaje que anhela ser poesía
Mi alma, reposando, inmutable, inundada
Ansia ser cigarra y levantar el vuelo
Acercarse a la noche y en total entrega
Abandonarse a la palabra, y a tu mar en calma