UN CIELO DE PASIONES...
Solo tú y yo abriendo las alas,
...en un ardiente cielo de pasiones
...para que nos consuma la vida amándonos,
en el universo y tenernos solo tú y yo.
sin recuerdos de aquellos amores añejos,
sin pasiones de amores pasados y ya olvidados,
y sin besos apócrifos en otros labios.
Dejemos ir el tiempo que no nos vivimos,
para no dejar huellas en la piel,
...de anteriores amores ya caducos.
Sólo una ardiente pasión...Entre tú y yo,
nada que nos recuerde un antiguo amor.
Seremos eternos en el etéreo cielo,
amándonos cómo Adanes y Evas,
con pureza de labios y salmos de amor,
con la piel desnuda en un cielo de pasión
con la fuerza de tus brazos poseyéndome
y la pasión con que arden los cuerpos,
un cuerpo incorpóreo en el universo
y con la mente telúrica por tenernos
y amándonos y sintiéndonos solo tú y yo,
en espacios cóncavos abrazados al placer,
con tu piel en mi piel... ARDIENDO DE PASIÓN
Abrazados al fuego que nos consume
de deseos de la carne como pecadores,
solo tú y yo gastándonos, consumiendonos,
poseyéndonos, sintiéndonos desnudos
bajo la piel de una hermosa poesía,
fusionados tú y yo, entre verso y verso,
beso en el beso y piel en la piel
de un amor desnudo en el universo daltónico
de amor y placer, creando un cielo sin infierno,
en una gloria eterna con pureza, para ti y para mí.
Solo tú y yo amándonos en un cielo sempiterno.
Fuego y pasión sintiendo un incorpóreo anhelo
y único recuerdo sea saber que venimos de otra vida,
amándonos para encontrarnos de nuevo...
para volver a entregarnos en una epístola de amor,
En un cielo de pasiones creado para ti y para mí.
Donde Dios sonríe, al ver a dos locos enamorados.
Alicia Pérez Hernández. México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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