Fuera de la ventana observe un terreno baldio
Un pueblo vacio, estantes de frutos no vendidos
Y trazos que borrándose indicaban a la ribera
Antorchas donde el fuego aun estaba encendido.
De pronto me senti un tanto escondido
Siendo el unico esperando la primavera
Nos llega tarde a pueblos pequeños, lejos de la frontera
Les cubre solo la lana del cordero en la ganadera.
Habian huellas turbias hacia el arroyo que bañana sangre de Dios
La soledad de apartarme descendio, me mordio
Fui abandonado al silencio mortuorio de cortinas polvorientas
Asi como si nada mi soberanía, de resentimiento se cundo.
Alli y luego decidi seguir mis propias sendas
Tirar de mis propias riendas y cuidar mis mismas siembras
Guiar mis fantasmas descorazonados a un mejor destino
Donde su gallardía se volvera leyenda.
Fui abandonado, dormido en un ventanal, mas aun me lleva lo divino
Por un sendero de piedras o tal vez mojado, marino
Que lejos nos crucemos, evitando su bendición y vendaval clandestino
Pues como borrego sin pastar, ustedes al pan pan y yo, al vino vino.