Ven, acércate. Pon mi nombre en tu boca
y séllalo dentro de ti, nómbrame en tus canciones,
piénsame un poco y ponme en tus más fervientes oraciones.
Quiero saber que estoy ahí, contigo, aunque me encuentre ausente.
Hazlo, y caminaré a tu lado hasta que este mundo se vuelva cenizas,
y aun en la oscuridad por ti estaré.
Deja que avance hacia ti, invítame a poner tu nombre en mi boca,
lo sellaré con mi vida e incluso con mi muerte.
Hazlo y nos embarcaremos en un viaje sin final.