Francisco 1987

Eran días felices

 Llevamos a cuestas los recuerdos septentrionales

infinitos del universo de los cocodrilos y las arañas

tumbamos boca arriba a los sueños de las cucarachas en el dolor del silencio

fingimos alegría en espacios al azar

cuando en realidad estamos hechos trizas 

añoramos los días en que eramos niños y nadie nos presionaba, no había apariencias, no había un \"lenguaje para adultos\", no se desgarraba el corazón por un amor que ya fue

eran días felices, de hojas libres, de Sol alegre, de calles misteriosas y pistas luminosas