Más que a mi vida te amaba,
hermosa te encontré,
primero amiga mía eras,
pero no sabía que serías mi amor.
Tus ojos son oscuros como el olvido,
tus labios dulces como la miel,
tus manos dos alas de ángel
suaves y heladas en invierno,
mis manos también se congelan
así como esa tu suave piel.
Ella, bajo la luna floreció
Ella vino a mi mano en el invierno,
lleno de esperanza el corazón.
Entre mis sueños vive hoy y es eterno
su sueño de mujer y de canción,
sus rizos y ojos negros
no permiten que la olvide,
tampoco su cabello cuando
lacio y suave era.