Las verdades y mentiras que escuchamos a medias…
Rumores
Ríos de sangre,
son apenas los livianos despertares,
que apenas naces y mueren sin pensarlo,
poco lo que se quiere,
loco lo que se hace,
nada entre sus manos yace.
Un poco o nada se prefiere en partes,
el silencio pesa al caer la tarde,
se experimenta sed,
se devora sin hambre,
con los juegos dejamos ver,
los más descarados planes.
Miedo a tanta naturaleza impredecible,
incalculable su fuerza,
débil por tanta tibieza,
que en la inmaculada suerte
peca de soberbia,
no por ello deja, de entregarlo todo
sin decir adiós.
Ósculos que imperan a desdén,
entre fábulas que imitan realidades,
negándose a dormir con el ayer,
por ser de hoy y,
se jactan de anticipar la suerte,
como nadie.
Realmente se rumora que el amor,
ha traído consigo calamidades y locuras,
que al querer salir,
se aferran más a la tortura,
y sin valor para morir sin su montura.
Es el sol quien descongela en partes, calienta el cuerpo,
alimenta el aire y, en la junta del consejo,
se disputan, quien destruye la jungla y los mares.
Sin pedirlo bien,
se pronostican bienes materiales,
casas, coches, que no hay sin sabores,
porque en un diezmo, se quedan todos tus males;
pero la naturaleza es otra,
y lo que se rumora, sólo un escaparate.