Me dejaste vida.
Las ganas, tu energía.
Me dejaste el hablar ligero
y tus corridas.
Me dejaste morisquetas,
que desatan mi risa.
Me dejaste recuerdos
de galletitas contadas.
Botellitas calientes
descansando en la cama.
Música de un violín
resonando por la casa.
Me dejaste convicciones
y caminos derechos.
Me dejaste lo importante
de hacer lo correcto.
Me dejaste familia,
brazos abiertos.
Me dejaste el aplauso
apretado en el pecho.
Me dejaste tanto
y entre tantos momentos,
me dejaste un junio,
llegando el invierno.
Lau.