Yo, el alud, el meteoro,
el amor en avalancha,
el siniestro, el infortunio,
el desastre, la desgracia.
Yo, la ruina, el cataclismo,
de la biblia las diez plagas,
el dolor en penitencia,
la impaciencia desatada.
Tú, la paz, la parsimonia,
la frialdad y la bonanza,
la serena complacencia,
el deleite de la calma.
Tú, el reposo y la pereza,
tú, serena y sosegada,
el letargo en equilibrio,
lo más próximo al nirvana.
Yo, una lluvia torrencial,
tú, quietud de la nevada,
yo, tormenta, el huracán,
tú, la aurora nacarada.
Yo, angustiado, dolorido,
tú, la efigie más impávida,
tú eres alba, yo el ocaso;
yo tan negro, tú tan clara.