Hojas de otoño
que vuelan de los árboles
hasta los suelos.
Hojas doradas
cargadas de recuerdos
y sentimientos.
Hojas que lloran
y apagan las sonrisas
de tantos labios.
Hojas que brillan,
que acaso parpadean,
en su descenso.
Hojas hermosas
cargadas de ternura
y olor a infancia.
Hojas que duermen,
que guardan en la tierra
sus mil latidos.
Hojas de agosto,
veranos ya marchitos
y primaveras.
Hojas de acacias,
de robles y de encinas...
¡venid a mí!
Hojas de otoño,
verano y primaveras...
¡no me olvidéis!
Rafael Sánchez Ortega ©
30/08/20