Me levanto feliz por la mañana
viendo alegre mi sueño que aletea;
intentando salir por la ventana
a buscar del dolor la panacea.
Como nube de blanca porcelana
son sus alas la chispa de una tea;
que provee la luz de filigrana
con eterno fulgor de galatea.
¡Y lo dejo que vuele por la cumbre
donde habita esperanza redentora,
que el sendero sus rayos iluminan,
ofreciendo gallarda reciedumbre
de una lira valiente y soñadora,
cuyas notas valor y fe germinan!
Autor: Aníbal Rodríguez.