Con ustedes siento que el tiempo logra detenerse.
Sonrisas risueñas iluminan y dan calidez a nuestro hogar cada vez que estamos juntas.
Nuevos secretos son descubiertos y resguardados en nuestras almas.
Sé que pueden sentir ésta paz y que el sentimiento de soledad finalmente desapareció.
Tener la fortuna de escuchar sus risas y poder disfrutar de las magia de ellas. Me dan vida.
No sé si algún día seré capaz de saber porqué fui merecedora de ustedes.
Pero nos pertenecemos.
Otro día pasó y las amo aún más que ayer si eso fuera posible.
Me inspiran a soñar y mi sueño son ustedes.
No importa si algún día nos separamos, conozco el camino hacia ustedes.
Mi piel está tatuada de sus abrazos y mis manos recuerdan las suyas.
Quisiera evitar que lágrimas cayeran por sus mejillas,
y que cualquier dolor suyo pudiera sentirlo yo. Y no puede ser así, ¡que lástima!
Tomaré el atrevimiento de hacerles la promesa que mientras viva, buscaré apaciguar su dolor.
Y mantendré esa promesa aún si muero, pues mi alma siempre las recordará como un milagro en mi vida.
Todo lo que necesito,
hermanas mías...
Sean eternas.