Antonio Casas

HUGO

Ven a verme ahora,

despídete de mí como las olas del mar,

vierte la brisa de cada día en mi pecho,

has florecer los campos y las aves cantar,

perpetua mi sueño y cobíjame en tu regazo,

sonríeme con el sol de las mañanas.

Ven, y sentado desde la luna,

se el guardián de mis pasos.

Alúmbrame cuando de luz carezca y,

abrázame en mis tristezas.

Ven, y se mi voz,

se mi velo estrellado.

Ven, y dame paz.

Aquí te estaré esperando.