Me tientas con tu cuerpo
Y tu voz angelical,
Que me dice ¡Ven tócame, acompañame a pecar!
Y haz provecho de estos senos de mulata.
Y deslizo mi boca por su pozo bramante,
¡Y beso sus montañas!
Creando una hecatombe en su mundo
Cuando resbalo mi lengua por la campana de su templo.
Y esta noche nuestros cuerpos entraron
En un silencio de mutuo acuerdo,
De besos que enardecen mis labios
Y de caricias que entrecortan mi respiración.