Cuando anoche me acosté,
después de haber recibido
tu mensaje, colmaste
de paz mi alma.
Al saber que estás
mejor de salud,
una alegría inmensa
sentí. Tu estado de
salud me tenía
preocupado realmente.
Después de tu mensaje,
me comuniqué con
tu hermana, para charlar
un rato de vós y tu salud.
Me atendió como siempre
muy amablemente.
Tocamos también el tema
de nuestras diferencias
entre tu madre y yo.
Son situaciones que a
veces suceden entre
futura suegra y yerno.
Estando una pareja de novios
o cuando están casados.
Las suegras, suegras son...
A veces un poco egoístas.
Pero existen con ese pequeño,
o grande, celo de madres.
Tanto si lo es de un hombre,
tanto si lo es de una mujer.
Pero tengo la seguridad
de que con el tiempo
llegaremos a un acuerdo,
y todo para bien cambiará.
Anoche, después de tu mensaje,
feliz me fui a descansar,
por la noticia que me diste
referente a tu salud.
Me acosté sereno,
y te soñé...
En él estábamos
en una playa.
No te puedo determinar
cuál. Era una inmensa
playa desértica.
Era toda nuestra,
porque nadie más estaba.
Conversábamos, nos reíamos,
corríamos por sus arenas...
Nos adentramos en sus aguas,
y allí, hicimos el amor...
¡Cómo gozamos mi vida!
¡Cuánto te quiero, cuánto te amo!...
Como en el sueño...
Ese suceso varias veces
en la realidad aconteció...
¿Recuerdas? Hemos sido
tan felices...
Pronto te recuperarás.
Estás mejor. Me lo has
dicho, corroborado por
tu hermana. Y me siento
feliz de que así sea.
Mis pensamientos
todo el día están en ti.
¡Cuánto te quiero, cuánto te amo!
Extraño es el amor.
Cuando no existe,
nuestra alma está triste.
Cuando el amor es recíproco,
cambia nuestra existencia.
Tanta es mi necesidad de tí,
que si no existieses,
creo que mi vida estaría
colmada de soledad y
angustia.
Sin embargo, teniéndote,
aún solo siendo en mi
pensamiento, mi felicidad
del alma es total.
Te necesito tanto
en mi vida...
Eres mi fuente de supervivencia.
Eres mi compañía en esta vida
llena de lucha y sacrificio.
Repleta de injusticias
y temores.
De inseguridad.
Y aquí debo acotar, tú lo sabes,
que esta gente que nos gobierna,
es gran parte responsable
de nuestras preocupaciones.
La mía, la tuya, la del
pueblo todo.
Ayer tuve que hacer malabares
para poder viajar.
No he sido el único.
Centenares de miles
estamos en la misma situación.
Dejo de lado este comentario.
Y voy al tema de nuestra
relación... De esta existencia
llena de encanto, de pasión,
de acercamiento, de fidelidad
en nuestro sentir y realidad.
A pesar de este cierto
contratiempo con tu madre,
a la cual quiero y respeto,
tú lo sabes, todo lo solucionaremos.
Quédate tranquila.
Como mi alma lo está.
Serena, en paz, gozosa...
Ten en cuenta siempre, siempre...
¡Cuánto te quiero, cuánto te amo!...
Mi vida es tuya.
La tuya es mía.
Tenemos un futuro
pleno de felicidad.
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto-09/08/2012)