Cuándo vengas, cuando salgas
de la nada que nos separa
y se me revele tu nombre al fin,
cuando las miradas se crucen
y se junten nuestras palmas
y antes de nada de mi boca escucharás:
no seré sombra ni grillete y
no seré amo ni dueño;
seré viento y libertad
en tus alas para volar.
Seré cómplice y compañero,
para que juntos, vayamos de la mano
a donde tengamos que llegar.