Después de no encontrar tu aposento,
de no ingerir la residencia de tu latido,
de esquivar el plural encontronazo del baño.
después de no existirnos juntos,
después de condenar la noche,
la noche a quien le acredito lo mezquina fue.
Después de no existir,
de maldecir al muro de palabras,
de guardarle rencor a tu búsqueda,
de clavar la cercanía con mudez.
Se nos ha vuelto entrañable
se nos ha vuelto misterio
la vuelta a enderezar los asuntos,
nos matamos a menudo,
nos distanciamos a cercas
nos merecemos y nos perdemos.
Se nos ha vuelto distinto,
lo que tú y yo conocemos,
nos despeinamos
y dejamos que el beso se no olvide.