Un día dibujé
una imagen que mis ojos no puedan olvidar,
nació tu mirada
y nada volvió a ser igual.
Un día soñé
unos besos que a mi corazón hagan gritar,
aparecieron tus labios
y ocuparon ese lugar.
Un día pedí
unas caricias que a mi piel hagan desear,
llegaron tus manos
y cada día me enloquecieron más.
Un día busqué
un sonido que mis oídos no dejen de pensar,
escuché tus gemidos mientras hacíamos el amor
y el mundo dejó de girar.
Un día imaginé
un amor que a mi cabeza con mi corazón hiciera coincidir,
me enamoré de ti
y no hubo nada que discutir.
C L