Los sueños no se pueden evitar ni decidir con quien soñar... A veces deseamos soñar lo soñado y lo logramos; en otras oportunidades aparecen en el espacio onírico escenas que jamás quisiéramos recordar, pero están allí escondidas en la profundidad del subconsciente y emergen queramos o no, para felicidad o infelicidad.
Los sueños no son programados en la mente, aún así, aparecen los deseados o no; los recuerdos y aprendizajes y a veces premoniciones; hechos tan incomprensibles que no entendemos cómo resaltan esas \"fotografías \" captadas cuando hemos sido actores en diferentes escenarios de la vida...y, cuando se presentan en el sueño nos admiramos y nos preguntamos el porqué de su aparición. No existe explicación alguna de esas imágenes que se proyectan cuando estamos durmiendo.
Esto sucede con situaciónes que nunca más queremos surjan en nuestro descanso nocturno, pero allí están guardados en ese cofre abierto para luego proyectarse sin pedirnos permiso, si lo deseamos o no, para recordarnos que esos proscenios sí existieron en el marco de nuestra existencia.
¡Cuántas veces anhelamos soñar con las personas que amamos en su paso por esta dimensión y no lo logramos, a pesar de que hay voluntad, vehemencia y grandes deseos de volver a vivir episodios maravillosos y sentir las mismas sensaciones aunque sea en sueños, pero escasamente alcanzamos ese objetivo!...
¡Entonces!...¿Cuál es el misterio de esas imágenes a veces repetitivas y no deseadas y que se convierten en pesadillas?...
¡Es un enigma!...¡Sólo eso!...
Nhylath
(Sch-100121-D.R.)