Son muchas las cosas que he recibido en esta vida, tantas que no puedo contarlas.
Pero mi mayor tesoro es mi familia.
Son cada impulso y cada razón por la cual me levanto a seguir adelante cada día.
El hombro que me consuela y los brazos que me reciben cada vez que debo volver a empezar.
La alegría y la compañía que no elegí sino que me fue concedida.
Y este bien no tiene precio.
-Joss-