Cuando no soy yo
el que te hablo
por mi voz
será otro tal vez mejor;
a través del horóscopo
leí mi nombre
otra vez puesto en situación:
¿no ves que jode
que te dejen solo
una vez y dos?
...
No, no, no es temor
a ser mordido
por los vampiros,
esos que te chupan todo
lo que lleves suelto
mientras llueva
o nieve en el infierno
(yo sin rencor
me hice de Dios
amigo muy íntimo
en la ensoñación
mitad recluso
si no estamos nosotros
muy bien mirándonos
difuso todo alrededor
en su dibujo transitorio
hacia el desórden)...
Estoy que
no estoy a bordo,
pero yo.
Estoy crónico
de un trastorno
el mío enfermizo,
cómo no.
Estoy yo que me oxido pero pronto:
mi corazón, él no falló...
Ni un gramo es que me sobre.
Soy un hombre ya con sólo
de consuelo sus razones
de hacerlo todo por honor
de ser no un mono con micrófono
y dos cojones.
Soy yo a bordo en situación
de las que corren por la estrofa;
yo un incordio para mí solo
cuando así estoy
que me pongo desastroso
hecho uno solo pedazos todo,
y sin calor que sea sentido eterno
en el centro del corazón
este tan loco que me estorba
-si no soy yo...-
un pocollón.