Lento…
¿Por qué deseamos?
Tal vez… porque siempre estamos mediados por una señal…
La señal (que sin saber) le doy al Otro y que el Otro me da…
Siempre hay sucesos que el cuerpo ignora frente a los demás, esa es su sed y a la vez su fuente de agua fresca sin más.
Y nuevamente la señal viene a despertar mi cuerpo… viene a incitar lo que ignora, pero siempre ha sabido...
¿Sabiendo qué?
Que eso que el cuerpo ignora, es lo más acabado de él, su auténtico por mor de, que la flecha nos atraviese los poros, nos perfore los tímpanos una y otra vez
En ella beben y se dan un baño los pájaros… son un revolotear de alegría, la excitación misma hecha música en el aire. Y dime… ¿cómo hacer para no embriagarme al respirar?
Deseo ven a mí…
Deseo… ¡dame una señal!