Alguien escondió mi suerte en un baúl
o tal vez fuese un propósito bienhechor
afirmo la imposibilidad de saberlo
es más, literalmente no lo sé.
Dibujo la escena y les pongo en posición:
Son las manos agrietadas del abuelo Jose
hombre mayor hastiado,en tiempos de guerra
atizando las cenizas del fuego que se apaga,
el tiempo se escapa en la voz de la abuela Maria
la jarra dispuesta y la mesa puesta
con el agua sin un mendrugo de pan,consuelo
inconsolable les daba el frio a las cuatro bocas
hambrientas
la ausencia de fuego alimentaba el hambre
como postre proscrito.
La impotencia se adueño en la voz de Maria
clavada en las sienes de Jose,
sin leña en la chimenea
la conjunción de los astros obró el milagro
convirtiendo el baúl en astillas
se avivó el fuego de la chimenea
aquella noche en plena guerra se paso hambre
pero las cien onzas de oro del fondo del baúl
obraron el milagro
Mi suerte estaba escondida porque mi padre
sobrevivió a aquella guerra del hambre
gracias al baúl de algun bienhechor.