Con maestría sacaste a flote
a lo más granado
de la España profunda.
Sabios, poetas, faranduleros,
artistas hechos y por hacer,
delincuentes comunes,
criminales descomunales
o personajes de lo más kafkiano
fueron engatusados
por un micrófono
adicto a los silencios sin censura.
preguntas buscando respuesta
por atmósferas cargadas
de subjetiva autenticidad.
Un perro verde
atado a una cuerda de presos
deambulaba con sigilo
por la colina de la locura
buscando un plató
donde enterrar su hueso.
Periodismo con mayúsculas,
descarnadas entrevistas
recorrieron mi salón
de la mano de un bohemio
reñido con la cordura.