Yamila Valenzuela

Bendita tu pluma.

 

 

 

Bendito todo aquel

que siente el amor

como tú lo describes;

con sublimes palabras

salidas del alma.

 

Bendita la pluma

cuando está en tus manos

y se desliza entre versos;

como suave viento

en un virgen lienzo.

 

Benditos los sueños

que llevas en el alma

acariciando la mía;

con tibia esperanza

donde mis ilusiones se izan.

 

Benditos tus pensamientos

que corren a mí

en medio de flores;

haciendo broches

de color carmesí.

 

Bendita tu calidez

que me abriga

cuando la necesito;

y a la tristeza mitiga

en un albo rito.

 

Bendito el tiempo

que compartes conmigo

y esas palabras dulces;

que llegan a mi oído

y que a mi alma cubren.

 

Bendito eternamente

en el fondo de mi pecho

en mis valles y praderas;

a mi costado y en mi lecho

en noches mágicas y enteras.

 

Bendito tú; vida de mi vida

amor de mis amores

que en mi alma brillas;

bendito tú; que tejes mis esperanzas

con palabras sabias.

 

Bendito eternamente

porque el amor en mí labras.