¿Qué es un enganche sino un anzuelo
Rezándole al santo en la vieja herida?
Será por eso que tanta belleza agobia, enloquece.
Hoy vi en la oscuridad tu cuerpo desmembrándose
Y en el reverso del espejo mordí mis ganas
De abrasarnos juntos.
¿De dónde mana tanto paraíso si las vides están secas?
Un áspid la mató a ella,
Ahora cómase quien pueda.
(Te relames, me relamo).
No pretendo hallar coherencia en este cielo
A pozo abierto, a esta vicisitud de carnes
Que no aman cuando aman;
Las respuestas caen solas, viejas pieles que ya no sirven.
Puedo jurar que todo en tu boca es un plácido veneno
Y preguntarte, recociendo inocencias,
Si la primera se traga o se escupe.
Hay asuntos tan serios que sólo pueden hacerse jugando.
En la despolarización y el silencio
Germinan polillas, profetas, proyectiles.
Habré de invitar a los arcanos del humo
Para que le pongan blackout a la madrugada.