Recuerdo, entre mis manos,
te quedarás prisionero,
entre mi infierno, ese cielo
que ilumina un triste estrado;
esos instantes de antaño,
la tibieza de tu cuerpo,
la realidad de ensueño,
el más preciado regalo;
eres recuerdo viviente
pozo de íntimo placer
que me acompaña por siempre,
dulce aroma de tu piel,
inolvidable deleite
por todo aquello que fue...