QUEDEME DORMIDA BAJO LA SOMBRA DE UN ÁRBOL.
SENTÍ QUE MI CUERPO A EL SE ADHERÍA.
SE ALARGABAN MIS PIERNAS
ENREDANDOSE EN LAS RETORCIDAS RAICES.
LLEGUE AL CENTRO DE LA TIERRA,
DE SU ENERGÍA ABSORBÍA.
QUEDARON ALLÍ SUMERGIDAS
MOLÉCULAS Y SAVIA FUNDIDAS.
BRAZOS Y RAMAS UNIDOS
EN UN MISMO AFÁN, BUSCANDO EL CIELO.
DESPRENDERSE QUERÍAN DE TAL FUERTE ATADURA,
NEGABASE EL ÁRBOL SOLTAR TAL AMARRA.
AL ESCUCHAR EL VIENTO, MI GEMIDO,
COMPADECIDO,ARRANCÓ UNA HOJA
DONDE PRENDIDA IBA MI ALMA,
HASTA EL FIRMAMENTO LLEGÓ,
Y EN UNA ESTRELLA A LOS PIES DEL SALVADOR QUEDÓ.