Encontré un alma.
Le seduje, hasta erizar su sombra.
¿No sé, cómo…?
En su estado más inocente.
logra sutilmente, robar mi mente.
Y no me devuelve,
ni un pedacito de mi sombra.
Pensé fundir un amor, fiel, indivisible.
Pero no leí, tu pequeño corazón, insensible.
Que sin notarlo. Sustrajo mi cuerpo.