Aquellos años ochenta
traen recuerdos que asustan
con dolores y quebrantos
que a la vida siempre ofuscan
en la memoria latente
de un nido que con sus traumas
esa historia no la olvida
y no la olvidará nunca
aunque pasen muchos años
por difuntos y difuntas
que regaron con su sangre
aquella tierra en penumbra.
Los pájaros asustados
volaban siempre en columnas
las guindas eran terribles
en medio de flora y fauna
muchos eran golpeados
soportando la penuria,
algunos eran cazados
sufriendo pesada angustia;
pero otros quedaban muertos
sin rezos y sepultura,
generando indignaciones
y organización canducha
que protestaba en las calles
y en una selva verdusca
donde se armaron valientes
en los montes y la tundra
muriendo unos pajarillos
dejando pájaras viudas.
Los canarios rojo y blanco
alcanzando gran altura
rompiendo iban fuerte viento
en batalla y tenaz lucha.
Sus alas fueron valientes
cuando ellas volaron juntas
contra vientos y mareas
y sin mancillarse nunca.
Pero el pecho estaba imbuido
de valentía y sin dudas
luchando a favor del pueblo
tratado de forma injusta
por los criollos opulentos
sin misericordia alguna
que avalaban las masacres
de ancianos y de criaturas.
Fueron años dolorosos
con acciones marabuntas
donde corrió tanta sangre
por matanzas y torturas
y las nubes agitadas
lloraban sobre las tumbas
donde hoy germinan las flores
con mirada tierna y mustia
recordando las punzadas
y batallas de la zurda
contra tiranos sangrientos,
derrotando dictaduras
en los cerros y montañas
contra todas las argucias
del imperio y sus chacales
en los montes, en las dunas,
en cañales, matorrales
y en los pueblos en disputa.
Los Torogoces cantaban
sus corridos y sus cumbias
con fusiles en el hombro
por si había una premura
y los canarios contentos
bailaban a veces chuña.
A la sombra de la guerra
los guerreros mucho abusan
y los pájaros de acero
cual semillas de aceituna
tiraban sobre los pueblos
semillas con sus negruras
provocando duros truenos
como cuando cae lluvia;
y el torrente muy intenso,
bajo tenue luz de luna
avivaba en los canarios
mayor ímpetu de lucha
que sin tregua y sin temores
resistiendo iban bazucas
muriendo unos al instante
y otros tantos con fracturas,
muchos desaparecidos,
en cordilleras y junglas.
Luego vino la ofensiva
con una estrategia astuta
sobre cercos militares
sobre sus mismas bramuras
que aceleró los procesos
ablandando sus tetuntas.
Y doce años transcurrieron
porque la ceguera estulta
negociar nunca dejaba
por soberbia, por cultura
de una clase dominante
que se supone más ducha
pero su alarido grande
se ablandó con la denuncia
de organismos nacionales
que sumaron sus ayudas
con los internacionales
con sus voces todas juntas
para detener masacres
del enemigo granuja
que asesinaba a mansalva
en los ríos y lagunas.
Eso llevó a los Acuerdos
firmados con una pluma
en Castillo mexicano…
Chapultepec, fue su cuna
aquel dieciséis de enero
donde se acordó renuncia
en año noventa y dos
a la guerra, no a sus causas
porque sigue la pobreza
como herida que supura
en un sistema excluyente
que ataca con sus ganzúas;
y un presidente ignorante
memoria histórica insulta,
tildando como una farsa
la guerra con sus locuras
los Acuerdos que firmaron
después de sangrientas luchas
y a víctimas del conflicto
con sus palabras injuria.
Glosario:
Bramuras: Amenazas, muestras de gran enojo.
Canducha, cho: Fornida, o; robusta, o.
Chuña: Descalzo.
Ducha, o: Más experimentada, más preparada.
Guindas: Huida a la carrera.
Marabuntas: Conjunto de gente alborotada y tumultuosa.
Tetunta: Cabeza de una persona
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