Quizá no entiendas cuando sobrevino mi barcaza de soledades
dónde se quebraron todas mis palabras y oquedades.
Cómo y cuándo ardían en mi pecho
tus simples palabras hoy vanales.
Quizá no entiendas como aletean
los tremulos recuerdos. Llovizna pertinaz en mi escarpado océano
tu sal desvanecida por la terca arremetida de los años.
Quizá no entiendas, que en la memoria de mi piel hiciste espacio.
Sé que estás ahí, profunda y meditante. Cuándo todo es nada
te siento en mis latidos muy despacio, errante y fugitiva de mis labios
Quizá no entiendas, que te ame desde el alba hasta el ocaso
Y te quedaste como musgo
adherida a mis peñascos
Quizá no entiendas que fui de ti el cántaro del llanto.
Quizá no entiendas que aún te amo
Justo Aldu
Panameño
Enero 2021
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