No quiero lo que tú quieres
ni yo pretendo quererlo
comprende que la distancia
distante es como un lucero
que apagado no lo miras
aunque esté en el firmamento
junto a un cúmulo de estrellas
que en mis ojos tanto aprecio
y mejor es que renuncies
a lo que tienes muy lejos.
¡Y llora, si quieres, llora!
desborda tu sentimiento
como río acaudalado
que corre con desenfreno
para que alivie tus penas
que se ahogan en silencio
como gotas que se secan
en el duro y cruel desierto.
Pero sigue tu camino
porque hay nuevos derroteros
que te esperan con sus brazos
para acompañar tus sueños
por los caminos agrestes
contra los vientos galernos
pero hazlo muy decidida
y sin ningún contratiempo.