Acarició sombras que me llenan de inquietud
Sombras que me acosan desde la cuna al destierro
Que evocan imágenes longevas en la memoria
Sombras de lágrimas que brotan por lo ausente,
Que invocan las voces y palabras conscientes
Sombras de manos que se deslizan por la piel
De bocas sonoras, tentadoras, ingenuas e incrédulas
Sombras de crepúsculos que anticipan el día
De pensamientos que se yerguen sobre la desidia y la fosa
Sombras ansiosas de almas inquietas
De silencios cautivos que alimentan las penas
De vientres con vida, de tumbas frías
Sombras augustas, ingrávidas, ligeras
Acaricio las sombras, olvidando el ahora
Acarició mi sombra que en la tierra reposa
Que busca la estrella para huir de la ausencia
Que vive, que ama. Que añora y perdona
Mi sombra que indago mientras te siento y te pienso
Que exploró, que encuentro, mientras te acaricio y te siento