No es lo mismo que te mire
sin decir una palabra,
sin decirte que te quiero
cuando siento que me amas,
que mirarte hoy a los ojos
y devolver tu mirada
acompañada de besos,
de caricias con el alma.
Porque la mirada expresa
lo que esconde la palabra,
dirigida por un duende
que sabe como se ama,
como se muestra el amor
y que lo pesa con calma,
comparando los errores
y las dichas que se guardan
La mirada teje versos
que a veces no se desatan
porque el nudo que los forma
guarda sus hilos en plata
para amasar un tesoro
que no entiende de palabras,
que no conoce de letras
que el viento se lleva amargas.